jueves, 4 de octubre de 2007

Resumen Valencia - Chelsea

De vuelta a la cruda realidad



Se veía venir. Si juegas mal, lo normal es perder. Anoche el Chelsea nos puso en nuestro lugar. Es curioso, pero las dos únicas derrotas que lleva el Valencia en esta temporada han sido ante los dos únicos equipos potentes contra los que nos hemos enfrentado. Segundo rival de entidad y segunda palmada. Nos han vuelto a poner en el sitio.

Anoche nos enfrentamos a un equipo serio que manejó el tiempo del partido como quiso, que nos asfixió con su presión, con su fútbol físico y duro. Añoro los tiempos en los que el Valencia tenía una defensa inexpugnable. Si el Valencia se adelantaba en el marcador, el partido estaba prácticamente ganado porque era muy difícil que nos marcaran, y más aún que nos remontaran. Pero ahora... ¡Qué desastre! Quique entiende la defensa como un amontonamiento de hombres cerca del área. Y no hay presión al contrario. Ya no sabemos presionar. Y van tres años.

Porque los defectos que podemos encontrar en el Valencia de anoche no son algo puntual. Ya llevamos tres años con este entrenador. Tres años sin un proyecto serio. Tres años sin estilo de juego. El Valencia de Quique sale al campo a ver que pasa. A esperar la genialidad de alguno de sus grandes jugadores. Al pelotazo y que se apañen los de delante. No hay argumentos para contrarrestar la superioridad táctica del contrario. Y físicamente tampoco damos la talla. Anoche, en la primera parte el Valencia estuvo muy bien físicamente, recuperando balones muy arriba que se traducían en ocasiones de gol. Pero el bajón físico fue espectacular en la segunda parte. El músculo del Chelsea en el centro del campo se impuso sin problemas.

El grave problema del Valencia es la creación de juego. No tenemos un jugador que juegue la pelota, que haga cambios de orientación, que mueva el equipo, que dé el último pase. O Quique no sabe encomendar esta misión a nadie. Anoche el centro del campo no existió en toda la segunda parte. La banda izquierda tampoco. Y así poco se podía hacer contra un equipo ordenado. Tenemos muchas y graves carencias. Y un entrenador con poca imaginación. Solo sabe confiar en su vieja guardia pretoriana, estén o no a su mejor nivel, y marginar a los jugadores en los que no confía. Ahí, implicando a toda la plantilla en el proyecto. Nótese la ironía.

¿Cuánto tiempo más tenemos que aguantar a este entrenador mediocre? Llevamos ya tres temporadas con él, y el equipo sigue sin ir a ninguna parte. Mientras, Quique ha creado un cisma en el seno del club y en la afición. Ha tirado por tierra operaciones del club. Ha desprestigiado el patrimonio del club con sus críticas a algunos jugadores. Ha menospreciado a profesionales del club. Ha dañado, en definitiva, la imagen del Valencia. ¿Por qué le aceptamos a él todo esto? ¿Por qué le damos oportunidades que no le dimos a Ranieri, Cúper o Benítez? ¿Qué ha hecho Quique con mejor plantilla que estos últimos entrenadores?

Anoche la guinda de Quique fue el cambio de Joaquín en el minuto 88. Ya que íbamos a la desesperada, ¿por qué no quitó un defensa?

Creo que ya estamos empezando a pagar la mala planificación de pretemporada. El cambio de director deportivo en el peor momento. El no-fichaje del mediocentro ofensivo que era el primer fichaje que había que haber hecho, y que se hizo a ultimísima hora. Los fichajes de jugadores que no eran los que necesitaba la plantilla. Los huecos que sigue teniendo la plantilla. Y sobre todo estamos pagando el no haber largado a Quique. Aunque siempre estaremos a tiempo de poner un anuncio: 'Equipo de fútbol precisa entrenador.'

Foto: Reuters

martes, 2 de octubre de 2007

lunes, 1 de octubre de 2007

Viva el resultadismo



Para cualquiera que haya acabado de llegar de Marte, si mira los fríos números del Valencia, pensará que la temporada que está haciendo Quique y su Valencia es fantástica. Excepto el primer partido de liga contra el Villarreal, el Valencia lo ha ganado todo. Los dos partidos de la previa de Champions contra el Elfsborg sueco. El primer partido de Champions contra el Schalke 04 en Alemania. Y cinco partidos de liga: Almería, Valladolid, Betis, Getafe y anoche Recreativo.

En estos momentos el Valencia tiene 15 de 18 puntos posibles en liga. Por supuesto está arriba en la clasificación, a un solo punto del Real Madrid y empatado a puntos con el Villarreal. Y esta semana tiene dos partidos que creo que pueden asegurar firmemente la posición de Quique en el Valencia. El miércoles jugamos contra el Chelsea en Mestalla. El Chelsea, otrora todopoderoso, ahora parece que llega en horas bajas. El domingo, con permiso de las televisiones, jugamos contra el Espanyol, también en Mestalla. Dos partidos perfectamente ganables que si efectivamente se ganan, situarán a Quique en el olimpo futbolístico y pondrán en marcha la maquinaria de su renovación. Porque creo que si se ganan, el entorno quiquista no perderá la oportunidad de forzar la renovación aprovechando el parón liguero. Y creo que Juan Soler, al que ya le han vendido innumerables burras, caerá fácilmente en los embrujos de Quilón.

Y todo gracias al maldito resultadismo que tapa cualquier intento de enjuiciar con calma y frialdad el juego del Valencia. Porque el Valencia no juega a nada. No tiene ningún sistema de juego. No defiende. No presiona. No se lanza al ataque. Nada. Quique amontona hombres atrás y lo fía todo al balonazo. Que resuelva la calidad y la pegada de sus Villas, Joaquines, Silvas, Morientes...

Tarde o temprano llegará el bache de resultados. Porque el bache de juego ya lo tenemos. Sí, hemos ganado casi todo, pero a rivales asequibles. Cuando vengan equipos de verdad, como el Villarreal de la primera jornada de liga, vendrán las derrotas, y el 'ya lo decía yo' no va a servirme de consuelo porque no lo digo para luego ponerme ninguna medalla. No hace falta ser ningún sabio para comprender con con el juego actual no se va a ningún sitio, a pesar de que estemos ganando cuando lo normal sería perder.

Ya no tengo ninguna esperanza de que larguen a Quique. Cosas del resultadismo. Pero por lo menos espero que no lo renueven a las primeras de cambio, que luego vienen las lamentaciones.

PD.- El partido de anoche contra el Recreativo, en Huelva, lo ganamos 0-1. Suma y sigue más de lo mismo.