Llega el derbi: Ni germanor, ni emoción, ni pasión, ni gaitas

El partido de mañana sábado contra el Levante es en teoría uno de esos pocos que los aficionados esperan con verdaderas ganas. Es un derbi, así que la tensión y la incertidumbre se presuponen, por mucha diferencia que haya entre los dos equipos. Todo puede pasar en un derbi, todo es posible. Pero el de mañana no levanta pasiones. Ni el Levante ni el Valencia se juegan prácticamente nada. El Levante tiene la salvación asegurada, aunque matemáticamente le falte un punto. Ambos equipos, como mucho, se juegan el orgullo y el prestigio, algo poco interesante en el fútbol superprofesionalizado de hoy en día.

Por otra parte, tampoco hay una tradición de rivalidad entre los dos equipos. Han coincidido muy pocas veces en la primera división. Cuatro temporadas, para ser exactos. El de mañana será el cuarto derbi que se dispute en el campo del Levante, y curiosamente el Valencia no ha ganado ninguno de los tres partidos anteriores. ¿A la cuarta lo conseguirá? No lo creo. Una gran mayoría de sus jugadores internacionales han jugado esta semana con sus selecciones. El cansancio y las lesiones van a condicionar una vez más el equipo titular, y no hay tampoco una gran motivación de cara a este partido. El Valencia va a quedar cuarto en la liga pase lo que pase. En definitiva, al Valencia y a sus seguidores les importa un pimiento este partido.

En la parte levantinista la cosa cambia bastante. Ellos sí que le tienen ganas al Valencia, el equipo grande de la ciudad. Yo particularmente veo mucho odio hacia el Valencia en buena parte de los seguidores levantinistas, y estarían muy satisfechos de poder ser los mejores aunque sea por un solo día, por un solo partido. Además, asegurarían la permanencia a costa de sus detestados vecinos. Mejor que mejor.

Mucho se ha hablado esta última semana de la germanor. No tengo ninguna manía en especial al Levante. Indiferencia siento más bien hacia ellos. No es mi problema ni me importa que les falte un punto para la permanencia. No me importa tampoco si se quedan en primera o bajan a segunda. Yo, como aficionado al Valencia, no quiero que pierda ni en las pachangas. Y mucho menos ante un rival cuyos aficionados nos iban a restregar su victoria en nuestros morros. No. Nada de germanor. Que gane el Valencia. Aunque, como he dicho antes, no creo que esto ocurra.