Victoria balsámica

Aunque ha tardado algo en meterse en el partido, en sacudirse la pesadumbre de la eliminación ante el Chelsea, el Valencia ha acabado imponiéndose claramente en su cita liguera de esta noche contra el Sevilla. 2-0 con Villa en plan superestrella, con Joaquín metiéndose al público en el bolsillo –¡ay! si hubiera metido esa vaselina que todo el mundo veía ya dentro–, con Cañizares salvando los muebles al parar un penalti que hubiera podido cambiar el partido, y con el resto del equipo respondiendo. Mención especial para Hugo Viana, que ha dirigido bastante bien al equipo en un "ambiente hostil", (Quique Sánchez Flores dixit). ¿Ambiente hostil? Hay que joderse.

Lástima no haber podido igualar o superar el goal-average del Sevilla, que nos ganó 3-0 en la primera vuelta. Lo hemos tenido al alcance de la mano. Y es que el partido se nos ha puesto bastante fácil a raíz del segundo gol del Valencia. Ya había perdido la esperanza de que nos pitaran un penalti a favor en Mestalla, después del famoso aquél contra el Dépor en el que Sánchez Arminio llamó tramposo a Villa por simularlo. Pero no sólo lo ha pitado el árbitro, sino que además ha expulsado al jugador del Sevilla. Así pues, como decía, partido cómodo en la segunda parte, con el marcador a favor y con un jugador más.

La liga sigue estando complicada. El Barça sigue estando a seis puntos. Los puestos champions siguen estando muy disputados, con el Zaragoza y el Atlético ahí a sólo tres puntos. Pero el Valencia sigue ahí, cuarto, a tiro de piedra del Sevilla y del Real Madrid. Y la semana que viene otro partido importante, vital, crucial. Precisamente contra el Real Madrid en el Bernabéu. Con la movida contra los árbitros que van a montar los medios madrileños esta semana. Pero si lo sacamos adelante, el final de liga puede ser esplendoroso para el Valencia. Ahí estamos.

Foto: www.valenciacf.es